El bicarbonato de sodio es un elemento muy común en las cocinas, pero no sólo ahí se queda su funcionalidad: el agua con bicarbonato es un excelente antiácido natural que contribuye a alcalinizar nuestro cuerpo, tratar los problemas digestivos y prevenir numerosas enfermedades.
Las bacterias y microorganismos requieren de un ambiente ácido para desarrollarse, algo que fomenta la alimentación poco saludable. Por suerte, existen órganos en nuestro cuerpo capaces de equilibrar el nivel de pH, el hígado y los riñones, aunque en ocasiones pueden no resultar suficientes. El bicarbonato de sodio puede ser la ayuda extra que necesitamos.
Beneficios de tomar agua con bicarbonato
Potente antiácido natural
Su excelente cualidad antiácida nos ayuda a equilibrar los niveles de ácido del estómago, previniendo así los ardores, el reflujo gástrico y favoreciendo la digestión. Al mismo tiempo, la efervescencia que provoca la reacción del bicarbonato sódico con el agua contribuye a prevenir las flatulencias, eructos y la hinchazón abdominal.
Poderoso antiséptico
Una buena utilidad que podemos sacarle a su potente capacidad antiséptica es la de desinfectar nuestro cepillo de dientes, un auténtico nido de bacterias. Además, podemos emplearlo para aliviar el dolor y la inflamación de garganta mediante gárgaras.
Alcalinizante natural
Como hemos comentado anteriormente, las enfermedades necesitan para su desarrollo de un ambiente ácido, algo que es fácil lograr con la mala alimentación. Aunque la acidez es necesaria para llevar a cabo ciertas funciones de nuestro cuerpo, como la digestión, un ambiente ligeramente alcalino se considera mucho más saludable.
Incluir agua con bicarbonato a una dieta mucho más sana y equilibrada nos ayudará a prevenir multitud de problemas y reforzar naturalmente nuestra salud.
Previene los cálculos renales
Cuando se altera el equilibrio iónico y la orina se forma ligeramente ácida, favorece la formación de cálculos renales. El bicarbonato nos ayuda a restablecer el pH y evitar estos problemas.
Cura infecciones urinarias
Al reducir el ácido de la orina, el bicarbonato de sodio es perfecto para el tratamiento de infecciones del tracto urinario. Un remedio ideal para complementar con el jugo de arándanos y un abundante consumo diario de agua.
Combate la gota y otros problemas articulares
El exceso de ácido úrico puede acumularse además de en la orina y la sangre en los tejidos de nuestro cuerpo, dando lugar a dolencias y enfermedades articulares como la gota o la artritis. El bicarbonato contribuye a equilibrar el pH y reducir los niveles de ácido úrico.
Mejora el rendimiento físico y deportivo
El ejercicio físico favorece la acumulación de ácido láctico en músculos y articulaciones, algo que contribuye a la aparición de agujetas y fatiga muscular. El bicarbonato contribuye a contrarrestar este problema, favoreciendo así el rendimiento deportivo.
Cómo tomar el bicarbonato de sodio
Es importante destacar que como con todo, el abuso no es positivo. El agua con bicarbonato es un excelente remedio pero nunca sustituirá a una dieta sana y equilibrada, úsalo como complemento de una vida más saludable.
Dosis general: Mezcla media cucharada de bicarbonato en un vaso de agua después de tu comida principal. Puedes tomar otro después de la cena.
Para tratar la gripe y los resfriados: El bicarbonato sódico puede resultar muy útil para aliviar los síntomas y acabar antes con un resfriado o una gripe. Para ello sigue la siguiente tabla:
Día 1 - 5 tomas de media cucharada en un vaso de agua cada 3 horas.
Día 2 - 3 tomas repartidas a lo largo del día.
Día 3 - 1 toma después de la comida y otra después de la cena.
No tomes bicarbonato de sodio si... Eres hipertensa, estás embarazada o en periodo de lactancia salvo que lo consultes con tu médico.
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