El ronquido suele ser una de las mayores torturas para las personas que se despiertan con facilidad.
Y, aunque el principal afectado es la pareja de dormitorio que tiene que aguantar el molesto ruido, la persona que ronca también está expuesta a sufrir ciertos agravios en su sistema respiratorio y nervioso.
Este sonido tan incómodo se produce cuando el aire no fluye de forma libre a través de la nariz y la boca, provocando así que la vibración de la garganta sea muy sonora. Las causas pueden ser muy variadas, no obstante, las personas que cuentan con una mala forma física o sobrepeso son más tendentes a roncar. También influyen otros factores más concretos que dependen de la fisionomía de cada uno: un tabique nasal irregular o tener una lengua grande incrementan las probabilidades de que seas un "roncador" profesional. Además, puede haber circunstancias ocasionales que te hagan roncar durante algunos periodos de tu vida: tener congestión nasal, sufrir un proceso de pólipos nasales, la hinchazón de los tejidos durante el último mes de embarazo o la inflamación de las adenoides y las amígdalas pueden hacer que durante algunas semanas o meses no pares de roncar cuando duermas.
Pese a que este problema es difícil de erradicar por completo, hay varios pasos a seguir para mejorar nuestro sueño y reducir los ronquidos:
1. Evita el alcohol. Los medicamentos que nos ayudan a dormir también te pueden hacer roncar.
2. Lleva una vida más sana. Reduce tu peso, bebe agua y haz ejercicio.
3. No duermas boca arriba, hay otras posturas más recomendables.
4. Prueba a utilizar tiras nasales. Te ayudarán a dilatar tus fosas para que el aire fluya con más facilidad.
Si todo esto no tiene efecto, acude a tu médico aunque duermas solo y no molestes a nadie, ya que los ronquidos pueden acabar afectándote a ti. En definitiva, tu respiración no está siendo "limpia" mientras duermes y esto puede perjudicar a tu sueño. Te sentirás cansado durante el día, sufrirás dolores de cabeza, dificultades para concentrarte... Además, el problema de los ronquidos que a veces nos tomamos a broma, puede agravarse. Sobre todo en las personas con dificultades respiratorias que ocasionalmente llegan a sufrir periodos de apnea durante el descanso. En conclusión, nuestro consejo es que no ignores esta cuestión, ya que no solo afecta a los que te rodean, también a tu salud.
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