viernes, 16 de octubre de 2015

ENTÉRATE DE LAS PINEBERRY O ALMA BLANCA , FRUTO SABOR A FRESA Y A PIÑA

Las “pineberries”, también conocidas como “fresas blancas” o “almas blancas” son una fruta exótica muy curiosa que fue rescatada por un grupo de agricultores holandeses cuando estaba en vía de extinción.

Aunque para el año 2003 esta extraña variedad de fresas casi había desaparecido, fue la acción oportuna de los agricultores la que logró prolongar su existencia hasta el día de hoy,  que ya están fuera de peligro.

En el mundo hay muchas frutas exóticas que se puede decir que son “exclusivas”, ya que suelen ser difíciles de cultivar y solo se dan una o dos veces al año. Este es el caso de las pineberries, que en muchos lugares del mundo no se conocen por ser tan escasas y por el hecho de estar aún en pleno proceso de recuperación.


La fresa blanca o alma blanca tiene un sabor muy similar al de la piña, pero en realidad es una variedad de fresa.

Históricamente se dice que son originarias de Chile, pero en el año 1700 fueron llevadas a Francia, desde donde se extendieron a otros lugares del mundo.

Esta pequeña fruta es el cruce de dos especies de fresa (Fragaria virginiana y Fragaria chiloensis), ambas de origen americano. Este híbrido, que surgió de manera accidental, recibió el nombre científico de Fragaria x ananassa para indicar su origen híbrido y su distintivo aroma de piña tropical (ananassa).

Aunque en la antigüedad fueron comercializadas en América central y América del sur, donde se podía cultivar con más facilidad, la falta de interés por parte de los agricultores en cuanto a su siembra y cuidado hizo que la especie fuera desapareciendo hasta casi llegar a la extinción.

No desapareció gracias a que, en 2003, unos agricultores holandeses que decidieron poner su empeño en el cultivo para salvar la especie y la introdujeron de nuevo a Francia con fines comerciales.



En los países de habla hispana es más común nombrar esta fruta como “alma blanca”.
Esta pequeña baya se caracteriza por tener un fuerte aroma y sabor a piña tropical, en especial cuando alcanza su mayor grado de madurez.
A diferencia de las fresas comunes, esta variedad es de color blanco con aquenios rojos y hojas verdes.
Su planta es muy resistente a las enfermedades, pero su cultivo no es rentable en lo económico, ya que tiene bayas pequeñas de bajo rendimiento en lo que refiere a cantidad de frutos por planta.
Se estima que sus aportes nutricionales son tan importantes como los de la fresa común, pero aún no se han investigado lo suficiente.



Hasta el año 2003, las fresas blancas estaban casi extintas y pocos en el mundo sabían de su existencia debido al poco interés que se les dio durante muchos años.

En la actualidad el fruto sigue siendo muy escaso, por lo que en muchos países se desconoce por completo su existencia. Dado a las dificultades que existen para su producción, quienes pueden acceder a ellas tienen que pagar un alto precio por mínimas cantidades.

Se espera que en los próximos años la especie se vuelva a cultivar en varios países con el fin de convertirlas en un alimento más accesible para el consumo popular.

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