Todos hemos padecido en más de una ocasión el típico dolor de cuello. Ahora bien, la situación se agrava cuando la simple molestia se convierte ya en tortícolis.
Hemos de tener en cuenta que la tortícolis no es una simple molestia, es en realidad una contracción muscular que se centra en el cuello y que dificulta la capacidad de movimiento. Es un tipo de distonía muy dolorosa e incapacitante.
Otro dato que nos ofrecen lo expertos es que este problema puede ser algo puntual debido a una mala postura prolongada o, por el contrario, podemos también sufrir tortícolis de forma frecuente debido a un problema hereditario.
Sea cual sea nuestro caso, nunca está de más visitar a un buen fisioterapeuta para que nos ayude, así como aplicar estos sencillos consejos en casa. ¡Seguro que te son de ayuda!
Primer día de tortícolis
Lo más probable es que te hayas levantado por la mañana y notes que te es imposible girar el cuello. Es muy posible incluso que lo notes inflamado.
En este caso no es recomendable que nos sometamos de inmediato a realizar ejercicios de rehabilitación para recuperar la movilidad. El dolor está ahí y necesitamos rebajarlo.
Puedes recurrir al clásico antiinflamatorio. No obstante, recuerda pautar con tu médico la administración y no abusar de ello. De lo contrario nuestro estómago se resentirá y dejarán de tener efecto.
Prepárate una infusión de jengibre. Sus propiedades calmantes y antiinflamatorias nos pueden ser muy útiles.
Nuestro objetivo en este primer día, o primeras horas con tortícolis, va a ser reducir el dolor y la inflamación. Para ello, te vendrá muy bien utilizar una bolsa de gel frío.
Aplícala sobre el cuello a pequeños intervalos y,a continuación, date una ducha caliente.
La importancia del descanso
Descanso
Hemos de tener claro que una tortícolis o un dolor de cuello no se va en unas horas, ni en un día para otro. Requiere de tiempo y, ante todo, cuidar de nuestro eje postural. No hagas pues movimientos bruscos, no cargues pesos ni fuerces el cuello durante las primeras horas.
Es muy recomendable que te acuestes de 3 a 4 veces al día en el sofá o en la cama durante 20 minutos. Sabemos que tienes obligaciones, pero esa contracción en el cuello requiere reposo y ante todo, mantenerlo erguido.
Permanecer en posición horizontal te ayudará mucho.
Recuerda tomar no solo infusión de jengibre: la manzanilla, el azahar, la lavanda o la salvia también te serán de gran ayuda.
Protege el cuello
Si bien es cierto que la combinación frío-calor es muy efectiva para reducir la inflamación y el dolor, es necesario que evites coger frío en la zona del cuello.
Evita los aires acondicionados y, si debes salir a la calle, protégelo con un pañuelo o una bufanda. Propiciar una buena temperatura y un calor constante en esta parte va a propiciar que la tortícolis sea menos dolorosa.
Sí a los aceites esenciales
Aceites esenciales
Aceite esencial de romero
Es uno de los mejores aceites esenciales para aliviar los dolores musculares.
Dispone de principios estimulantes y tónicos y favorece la circulación sanguínea.
El aceite esencial de romero es muy beneficioso para aliviar los dolores musculares y problemas óseos, como la artritis, el lumbago, esguinces y tortícolis.
Para beneficiarte de él no tienes más que permitir que otra persona te haga un adecuado masaje aplicando unas gotitas en su mano para llevar a cabo el tratamiento. Es muy efectivo y notarás de inmediato el calor en el cuello.
Aceites esenciales de jengibre y lavanda
En este caso vamos a beneficiarnos de las propiedades del aceite de jengibre para reducir la inflamación y de la virtud de la lavanda para relajar los músculos.
Descubre cómo hacer tu propio botiquín de aceites esenciales
Es necesario que, a lo largo de todo el día, recibas de dos a tres masajes con estos aceites esenciales. Puedes encontrarlos en cualquier tienda natural y la pequeña inversión que puedas hacer siempre va a valer la pena.
Aplica un par de gotitas de cada aceite esencial (jengibre y lavanda) y hazte un masaje suave con el cual reactivar la tonicidad, destensar y aliviar el dolor.
Suaves ejercicios cervicales
Dolor de cuello
Los ejercicios cervicales los realizaremos cuando nuestro dolor no sea tan intenso y una vez que la inflamación ya no sea tan patente.
En caso de que no sepas cómo hacerlo, o de que tu dolencia sea muy grave y notes tu cuello con una alta rigidez, no dudes en acudir a un médico o a un especialista.
Las contracturas y los problemas musculares ocasionan un gran sufrimiento y siempre debemos ponernos en buenas manos.
Así pues, para llevar a cabo estos ejercicios suaves, deberás hacer lo siguiente:
Mueve la cabeza durante 10 segundos en forma de círculos más o menos grandes, lo que te permita el dolor y la rigidez.
Más tarde, di que “sí” y que “no” con la cabeza, alternando a intervalos de 20 segundos.
Ahora dirige las orejas hacia los hombros. A continuación, levanta los hombros a la altura de las orejas. Hazlo en series cortas de 20 o 30 segundos.
Recuerda que en todo momento los movimientos deben ser suaves y muy lentos. El ejercicio constante y gradual te permitirá adquirir más flexibilidad para disminuir la tensión y la rigidez.
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